Evaluar la seguridad de la red de tu empresa es posible.
La seguridad de la red empresarial debe de ser una prioridad básica, ya que nos ayuda a proteger los datos, la infraestructura y las operaciones de nuestras empresas. A medida que las amenazas cibernéticas evolucionan y se vuelven más sofisticadas, es necesario que evaluemos y fortalezcamos continuamente nuestras medidas de seguridad.
Lo primero que debemos de hacer es identificar los activos críticos de la empresa, como los servidores, las bases de datos, las aplicaciones y los sistemas de comunicación. Conocer qué activos son fundamentales para el funcionamiento de tu organización nos ayudará a priorizar las áreas que serán más atacadas y por eso necesitan mayor protección.
Cuando hemos reconocido esos activos críticos, debemos de identificar las amenazas potenciales y vulnerabilidades. Esto incluye , revisar la configuración del hardware y software, un análisis de acceso a la red y de las políticas de seguridad actuales.
Con toda esta información en la mano, debemos de determinar el impacto potencial que tendría cada amenaza, si esta se materializara.
Tengamos en cuenta cómo afectaría esto a la confidencialidad, la integridad y la disponibilidad de los activos críticos. Esta evaluación nos permitirá priorizar en función del impacto y la probabilidad estadística de los efectos sobrevenidos.
Cuando ya hemos evaluado y analizado todo esto, es decir, a nuestra propia red, sus componentes, desde los sistemas, hasta los puntos finales, pasando por las aplicaciones y sus configuraciones. Además hemos determinado cuáles son nuestros activos críticos (de funcionalidad) esos sin los cuales , la empresa, no podría realizar su función, con la finalidad de señalar sus vulnerabilidades y amenazas posibles, calculando el impacto potencial sobre la empresa, debemos pasar al siguiente paso, las políticas de seguridad.
Debemos de desarrollar e implementar políticas de seguridad claras, que definan las reglas y procedimientos para el acceso a la red, el uso de recursos y la gestión de datos. Debemos de asegurarnos de que estas políticas estén actualizadas y sean revisadas periódicamente para que estemos adaptados a los nuevos riesgos y las nuevas tecnologías.
Otra cuestión que tendremos en cuenta es implementar tecnologías de seguridad avanzadas, como IDP/IPS , soluciones antivirus y antimalware, firewalls internos y externos, sistemas de detección…
Todo esto nos ayudará a proteger la red contra las amenazas, desde ataques externos hasta software malicioso.
Una de las evaluaciones más productivas , es la de realizar pruebas de penetración, con estas pruebas podremos identificar y reconocer posibles vulnerabilidades que serán explotadas por los hackers , si no ponemos remedio antes.
Por último, en el caso de la tecnología, debemos de monitorear continuamente los registros de la red, utilizando herramientas de análisis de eventos que nos ayuden a detectar actividades sospechosas o anómalas.
Esto nos permitirá identificar posibles amenazas en tiempo real y responder de manera proactiva a incidentes de seguridad o ataques.

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